El Cuervo

El Cuervo (Corvus) se le ha considerado como un ave de mal agüero o mala suerte. Tiene un tamaño mediano, color negro con tonos azulados y brillantes, pico fuerte pero no corvo como las rapaces y unas uñas que tampoco son auténticas garras.

Vive todo el año con nosotros y gusta de riscos de piedra para hacer su nido y descansar. En casos excepcionales puede construir su nido en un chopo o árbol de altura considerable.

En el mes de marzo comienzan las paradas nupciales en el aire y se ve el jugueteo del macho alrededor de la hembra. Construyen su nido en un cortado con alguna poyata y lo hacen con ramas y rastropajos toscos. Ponen de cuatro a seis huevos. Las crías son muy voraces y los padres tienen que trabajar de lo lindo para alimentarlas. Comen todo tipo de carroña, pero también cazan aves y mamíferos. Es un azote para los perdiganos y todo tipo de polluelos. También caza gazapos y lebratas. Con el estío del Alhama y Linares muchos de los peces quedan en charcos casi secos que los cuervos se encargan de pescar y es uno de sus manjares preferidos.

Hoy en día van en aumento debido a los basureros, granjas y animales que quedan muertos por las cunetas de carreteras y autovías. Ellos no se dejan atropellar por los coches y están en la orilla esperando que no haya tráfico para apoderarse de los cadáveres. Si hay un animal muerto en el campo suele ser, junto con las picarazas y blanquillos, el primero en descubrir el cadaver. Cuando llegan los buitres tienen que largarse o esperar a que terminen de comer. Si comemos en el campo no tardará en revisar el lugar cuando nos vayamos para apoderarse de las migajas o desperdicios.
Dicen de él que es capaz de imitar sonidos humanos. Se cría fácilmente en cautividad y se acostumbra a la compañía del hombre.