Cuando el frío asoma y las calabazas llenan los huertos, esta receta se convierte en una forma sencilla y deliciosa de abrazar la temporada.
Esta crema de calabaza y mejillones une lo mejor de la huerta y del mar en un solo plato. La calabaza se cocina despacio hasta quedar suave y dulce, mientras que los mejillones aportan ese toque salado.
Sencilla de preparar, reconfortante y llena de sabor.
INGREDIENTES:
*Para la crema
- Calabaza
- Puerro
- Patata
- Zanahoria
- Ajo
- AOVE, sal y pimienta
*Para los mejillones
- Mejillones
- Vino blanco
- Laurel
PREPARACIÓN:
- Limpiamos los mejillones y los ponemos en una cazuela ya caliente, añadimos el vino blanco y el laurel y tapamos rápidamente hasta que los veamos abiertos. Retiramos del fuego.
- Colamos el líquido que hayan soltado los mejillones y lo reservamos.
- Sofreímos el puerro, la zanahoria y los ajos, y añadimos la calabaza y la patata troceadas. Rehogamos unos minutos.
- Vertemos el caldo de los mejillones que teníamos reservado hasta que cubrir las verduras, añadiendo agua si fuese necesario.
- Cocinamos hasta que estén tiernas.
- Añadimos un chorrito de nata y apagamos el fuego, ajustamos de sal y pimienta.
- Trituramos hasta que nos quede una textura fina y sedosa.
- Desconchamos los mejillones y los añadimos a la crema.

¿Quién dijo que las cremas son aburridas?