NATURALEZA

El Bardal

NUESTRA FLORA
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El Bardal, a barda o zarzamora (Rubus ulmifolius). Quizá sea la planta que más abunda por la ribera de nuestros ríos. Su nombre parece que viene de zarzal pues ésta sería su denominación auténtica. Es un arbusto espinoso que crece con rapidez y echa unos ramificaciones que son capaces de hacer un acodo en la tierra sin ayuda de nadie para de esta forma propagarse más rápidamente. Florece a últimos de primavera y en agosto nos darán sus frutos que son las moras. Éstas dan alimento a muchas aves (como palmetes o moralicas) y a algunos mamíferos (zorros). Actualmente también son recogidas por algunas fábricas de helados y pastelerías para hacer tartas de mora.

Bardal

Los agricultores mantienen una guerra sin cuartel contra los bardales, pues a nada que se descuidan invaden desde los ribazos las fincas. Aguanta muy bien la sequía y se adapta a cualquier terreno. En primavera, donde el invierno anterior el bardal fue quemado o cortado por alguien, salen unos brotes o grumos tiernos de color pardo-rojizo que aquí llamamos pámpanos o pimpollos y que no hace mucho tiempo la gente consumía crudos como un manjar. Son comestibles aunque dicen que, a veces, daba cólico.

Las ramas más largas eran aprovechadas, a falta de cañas o mimbres, por los colmeneros o apicultores para hacer vasijas en las que meter enjambres de abejas. Estas ramas de bardal se abrían por la mitad y servían para entrelazar las vasijas. Luego el apicultor recubría toda la vasija con una mezcla de enfresno y barro para taponar todos los agujeros que hubiera menos el de entrada de la colmena que se llama piquera. El enfresno es, en realidad, mierda o caca de vaca y, como por aquí no había vacas, tenían que bajar a recoger caca por caca en los sotos de las ganaderías de reses bravas de Alfaro.

Zarzamora


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