La influencia del hombre en la naturaleza es una realidad desde que en tiempos del Neolítico deja de ser nómada para asentarse en poblados permanentes...
Continuamos nuestro viaje por las innumerables y vitales sendas del agua de Igea.
En los Senderos del agua anteriores recorrimos los antiquísimos acueductos de piedra de la zona de Nistoso Somero, la conducción del agua de boca desde la fuente de Hierro hasta Igea y la humilde balsa del Rescasal...
Desde tiempos remotos, los labradores de Igea han construido decenas de presas, acequias, brazaños, hijuelas, pontigos (pequeños acueductos), minas (túneles), grandes y pequeñas balsas