En un paso significativo hacia la consolidación de la identidad local, el Consejo de Gobierno ha dado luz verde al escudo y la bandera municipal de Grávalos, un acuerdo formalizado en el pleno del Ayuntamiento el pasado 4 de abril. Este avance llega tras la verificación y aprobación por parte de la Real Academia de la Historia, que ha brindado su respaldo a los nuevos símbolos que representarán a la vecina localidad de La Rioja.
Grávalos, situada en la comarca de Cervera del Río Alhama, es una villa con una rica historia que se remonta a tiempos romanos. Durante la Edad Media, la localidad estuvo sujeta al fuero de Arnedo y a los señoríos de Nieva y Frías, una herencia que aún se refleja en su cultura y tradiciones. En el año 1669, Grávalos se erigió como una aldea independiente de Arnedo, un cambio significativo en su estatus. No obstante, a lo largo del tiempo, formó parte de la provincia de Soria hasta que, en 1833, se estableció la provincia de Logroño, integrándose de esta forma en la actual configuración administrativa.
Hasta el siglo XIX, como se documenta en la colección de sellos municipales del Archivo Histórico Nacional, el escudo de Grávalos estaba representado por una torre. Sin embargo, a partir de 1860, y por razones que aún se desconocen, la localidad dejó de utilizar este símbolo ancestral, adoptando en su lugar sellos que incorporaban el escudo real de España. Este cambio marca una serie de transformaciones en la representación gráfica de Grávalos a lo largo de los años.
La agricultura ha sido tradicionalmente uno de los pilares económicos de la localidad, proporcionando sustento a la población y generando riqueza en la comarca. Además, en tiempos recientes, el turismo ha comenzado a emerger, atrayendo a visitantes interesados en conocer la historia y las tradiciones de Grávalos.
El nuevo escudo y la bandera que han sido aprobados no solo simbolizan el reconocimiento oficial de la identidad local, sino que también representan un vínculo con el pasado y una promesa hacia el futuro. Los ciudadanos de Grávalos sin duda celebrarán esta iniciativa, que refuerza el sentido de pertenencia y el orgullo por su herencia cultural.
Estos símbolos no serán solo imágenes, sino también un recordatorio constante de la rica historia y las aspiraciones de los habitantes de esta singular localidad.
El escudo de armas se describe así: “En campo de sinople, una torre de oro aclarada de sable, sumada de un surtidor de un solo chorro de agua de plata, dividido en dos al caer. Jefe de plata con una oveja acompañada de un almendro en flor a diestra y una vid frutada a siniestra, de su color. Al timbre, la corona real de España”. Esta es la interpretación de su simbolismo:
-Sinople verde: representa la fertilidad del campo.
-Plata-blanco: la calidez y limpieza del cielo de un municipio situado en plena Reserva de la Biosfera.
-Torre: el antiguo símbolo de la villa.
-Chorro de agua: las aguas termales.
-Oveja, almendro y vid: la riqueza económica de la localidad.
La bandera municipal queda definida de la siguiente forma: “Paño rectangular de proporciones 2:3, con dos franjas horizontales enclavadas, verde la superior y blanca la inferior, con cinco piezas blancas y cuatro verdes, de 1/6 de la altura del paño”. La bandera de gala podrá llevar el escudo de Grávalos en el centro del paño.