La primavera, prácticamente inédita este año, se despide con fuerza en La Rioja. El tiempo inestable de las últimas semanas, con cielos volubles y lluvias esporádicas, da paso a un escenario completamente distinto: el calor ha llegado y, de momento, no tiene intención de marcharse.
Todo se debe a un poderoso anticiclón anclado en las Azores, que ha comenzado a empujar aire cálido y seco sobre la Península Ibérica. Resultado: cielos despejados, sol intenso y temperaturas que subirán sin freno durante los próximos días.
El termómetro se dispara: 37 grados en el valle del Ebro
Según las previsiones, los días más calurosos serán el jueves 29 y el viernes 30 de mayo, cuando las máximas podrían acercarse peligrosamente a los 37 grados. No solo subirán los valores diurnos: las noches también se volverán más suaves, obligando a muchos riojanos a recurrir a las ventanas abiertas y dejar la sábana a los pies de la cama.
Calima africana y bochorno: una postal veraniega adelantada
A partir del miércoles, se espera además la llegada de una masa de aire africano con polvo en suspensión. Este fenómeno provocará cielos turbios y una calima inusual para estas alturas del calendario, aumentando la sensación de bochorno. La humedad bajará, el ambiente se volverá más seco y muchos comenzarán a recordar —o a temer— los días más intensos del verano.
El fin de semana, con posibles sorpresas
Pero no todo será calor y terrazas llenas. Aunque la semana terminará con temperaturas muy altas, a partir del sábado podría cambiar el panorama: se prevé un aumento de la nubosidad e incluso posibilidad de tormentas en algunas zonas de la región. Una advertencia clara para no bajar la guardia.