Imposición del pañuelo a los niños y niñas de 2024
En Igea hay tradiciones que se sienten casi como un abrazo colectivo, y una de las más tiernas vuelve este año: la imposición del pañuelo de fiestas a los niños y niñas nacidos durante 2024. Apunta la fecha, porque el próximo sábado 6 de septiembre el Ayuntamiento abrirá de par en par las puertas de la alegría para dar la bienvenida oficial a nuestros pequeñines al espíritu festivo del pueblo.
La escena se repite cada año, pero nunca es igual: padres orgullosos, abuelos con la emoción a flor de piel, fotos por todas partes y, por supuesto, esos pañuelos rojos que ya forman parte del paisaje sentimental de Igea. Es un momentazo: el pañuelo se anuda con mimo y, de repente, ese bebé que todavía descubre el mundo ya tiene su primer símbolo festivo. Tradición, identidad y mucho cariño, todo en un gesto.
Eso sí, para que todo salga perfecto hay un paso imprescindible: la inscripción previa. El Ayuntamiento ha marcado como fecha límite el jueves 14 de agosto. No lo dejes para el último día. Inscribirse es facilísimo: puedes acercarte presencialmente al Ayuntamiento o enviar un correo electrónico a sergio@igea.es indicando el nombre y apellidos del niño o la niña.
Como viene ocurriendo en ediciones anteriores, está previsto que el pañuelo lleve grabado el nombre del pequeño. Es un detalle que convierte la pieza en un recuerdo para toda la vida. Si por causas ajenas a la organización no se pudiera grabar, habrá que conformarse con el pañuelo “anónimo”. Pero la intención es que cada criatura se lleve el suyo personalizado.
Imagina dentro de unos años, cuando vuestro hijo o hija pregunte por qué tiene ese pañuelo guardado en una caja especial: podréis contarle que fue su primer “¡viva las fiestas!” en Igea, que todo el pueblo le dio la bienvenida y que, aunque aún no andaba o apenas decía palabras, ya era parte de algo grande.
Así que, familias, preparad cámaras, pañuelos y sonrisas porque las fiestas son más nuestras cuando las vivimos juntos… y qué mejor que empezar a hacerlo desde la cuna.
