Fueron 4 partidos convertidos en exhibición. Con jugadoras igeanas y forasteras, el 'minitorneo' femenino bajó el telón en el Frontón Municipal con veredicto unánime: ¡éxito! Tarde con temperatura ideal, público entregado y fútbol de ese que mezcla ganas y picardía. Con partidos cortitos a reloj corrido y una colección de jugadas divertidas que han hecho aplaudir hasta a los más serios. Hubo goles, paredes que salieron redondas, taconcitos que arrancaron “ooohs” y hasta algún caño simpático.
Muchas inscritas, así que las rotaciones han sido obligadas: cambios, risas en banda y esa energía que solo dan las ganas de jugar. Las porteras se lucieron con manos firmes; las defensas mordieron sin perder la sonrisa; y en ataque vimos desmarques generosos, tiros cruzados y hasta amagos de lesión... sin gravedad, claro. El público estuvo de 10: animó las carreras y ocasiones, alentó a las que se quedaban sin aire y se dejó la voz en los finales apretados. Ambiente de los que hacen pueblo.
Más allá de marcadores y/o ganadoras, que hoy fue lo de menos, se impuso el fair play; se aplaudieron las buenas acciones sin mirar la camiseta y se jugó con respeto y buen rollo. Al cierre, fotos recuerdo y para las redes, promesa de repetir y ese murmullo de “¿para cuándo el siguiente?” que es la mejor señal de que la fórmula ha funcionado.
Chapeau para la organización de la Asociación Cultural Igeensis, que volvió a demostrar que cuando se mezclan ganas, orden y cariño, el balón rueda solo. A pesar de que se echó de menos participación más generacional, sobre todo de igeanas, son obligadas las gracias a todas las jugadoras locales y foráneas por el espectáculo y al público por convertir una tarde cualquiera en un recuerdo de los buenos.