Recortes, pasacalles y zurracapote: Igea no se corta un pelo

La plaza de Igea volvió a ser esta tarde un hervidero de emociones con la exhibición taurina “Maestros de la Calle”, de la mano de la ganadería de Alfonso Basarte, llegada desde San Adrián. Un clásico que nunca falla y que mantiene viva la afición, mezclando respeto, tradición y, sobre todo, ese puntito de riesgo que pone al público al borde del asiento. Hubo recortes de infarto y carreras de las que aceleran el corazón, con algún que otro susto incluido, pero siempre envuelto en la ovación de un tendido entregado que aplaudió hasta quedarse sin palmas.

Y si la adrenalina del toro no era suficiente, la fiesta continuó por las calles con el pasacalles temático “Naturaleza”. Siete personajes de lo más pintoresco se pasearon entre risas y fotos, recordándonos que las fiestas de Igea son capaces de mezclar lo solemne con lo divertido, lo tradicional con lo creativo.

La guinda, como no podía ser de otra manera, la puso la peña El Vicio, que no falló a su cita con la artillería líquida. Su zurracapote, siempre esperado y siempre celebrado, volvió a conquistar a todos los sedientos que se acercaron a por su vaso festivo. Porque en Igea, ya se sabe: entre toros, pasacalles y un buen trago de zurra, la fiesta nunca pierde fuerza.