Desde hace ya algunos años IGEA ocupa un lugar importante en el mapa mundial, no solo por el descubrimiento de huellas de dinosaurios, sino por el hallazgo de restos de los mismos. Uno de los principales culpables es el equipo 'Garras', una brigada que incluye paleontólogos, geólogos, biólogos y aficionados entusiastas que sigue excavando desde 2018 encontrando restos de dinosaurios de importancia mundial. El pasado año lograron casi completar el brazo de un espinosauro, un singular dinosaurio carnívoro cuyo aspecto recuerda al de los cocodrilos. Huesos del cráneo, dientes, elementos del esqueleto, partes de la pierna (fémur, tibia, metatarsos) y de la pelvis, resultaron ser hallazgos, por el momento, exclusivos en la península ibérica y de los cuales existen contados registros semejantes en el mundo.
Entre el 1 y 9 de Julio el equipo Garras no perdió el tiempo consiguiendo encontrar y ampliar el puzle que forma este espinosaurio. En el yacimiento, que comenzó con 10 m2 y terminó con casi 40 m2 y bautizado como Virgen del Villar-2, este equipo de excavación retomó el trabajo del pasado año ampliando el área de búsqueda con el reto de recuperar más piezas.
Tras completar los intensos dias de excavación, algunos interrumpidos por las lluvias, Patxi Sáez Benito, codirector de Garras 2023 se mostró exultante con el material recuperado. “Cuando empezamos no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar, cabía incluso la posibilidad de que no hubiera más material y que pronto tuviéramos que cerrar el yacimiento, pero la suerte nos ha acompañado y hemos ido recuperando material de las patas, del brazo que completa lo que ya teníamos del año pasado y también han salido material vertebral y otro asociado con el animal que convivieron con este super depredador.
Podemos decir que si, que ha sido un éxito la campaña y que no hemos acabado de sacar las piezas por lo que el año que viene el yacimiento Virgen del Villar-2 tendrá que abrirse de nuevo y continuar con la extracción de más fósiles si lo hay”
Tanto Patxi como los científicos del grupo creen que lo hallado hasta ahora forma parte del mismo individuo que mediría casi 8 metros de longitud y 3 de altura. Cuando esté restaurado el fémur, podrán saber el peso del dinosaurio.
La jornada para el equipo comienza a las 8 de la mañana con un descanso para comer para luego proseguir hasta las 8 de la tarde. Tras la ducha obligada y la cena, el trabajo continúa clasificando el material hasta que les vence el sueño. Jornadas agotadoras a veces interrumpidas por la lluvia, que obligan a parar la excavación. 'Tenemos que recoger el material y equipo rápidamente además de tapar los huesos en los que se está trabajando", explicó Patxi orgulloso del equipo. 'Celebramos efusivamente cada pieza que encontramos porque somos conscientes de su importancia', añadió.
GARRAS, UN GRUPO ‘SENSACIONAL’
El grupo de trabajo lo forman alrededor de 20 personas originarias de La Rioja, Aragón, País Vasco, Catalunya, Madrid, Navarra y Argentina.
Se constituyó durante una la excavación del Rinoceronte de Muro de aguas en 2015. Fco. Javier Rezola Pérez, uno de los fundadores y encargado de la excavación, recordaba cuando, en esa excavación '”Pattxi se acercó a mí y de inmediato nos pusimos en contacto varios entusiastas para formar el equipo de Garras”, explicó el encargado de la excavación. “Tengo maquinaria y excavadoras que pongo a disposición del grupo ya que soy un gran aficionado y me dedico al tema de patrimonio, arqueología y paleontología', dijo un feliz Francisco Javier para añadir ”Lo descubierto hasta ahora en el yacimiento es impresionante”.
Pero Garras también lo forman niños entusiastas que, aprovechando sus vacaciones, se unen al grupo. Uno de ellos es Ion Vicente, quién tuvo la fortuna de encontrar uno de estos restos fósiles: “El martes estaba excavando, noté algo duro y me di cuenta que era un hueso. Se lo dije a los adultos y resultó ser la falange del dedo 1 de la garra del Espinosaurio. Todo esto me parece maravilloso.” explicó orgulloso el niño igeano de tan sólo 9 años.
Y es que Garras es un equipo que, a fin de cuentas que lo forman mayoritariamente voluntarios y que cada uno de ellos tiene un cometido asignado. Mientras unos se turnan para excavar, otros criban y limpian el material encontrado para evitar que se escape ningún trozo de resto óseo y poder restaurar y clasificar los restos. Alba Marco es la encargada de supervisar la extracción para después restaurar los huesos del terópodo en el laboratorio en el Centro de interpretación paleontológica de Igea. “Superviso la extracción de los huesos para después ocuparme de su restauración en el laboratorio de los restos de este terópodo, de momento el más completo de la península". explicó la incansable Alba. “Han sido unos dias muy intensos”.
Mauricio Antón no quiso perderse el evento y se sumó al grupo durante dos jornadas. Para el prestigioso paleoilustrador, "Este espinosáurio de Igea es una joya y tiene un potencial a nivel mundial", afirmó.
En 2018 se realizó la primera excavacion de Garras. Xabier Pereda Suberbiola (Paleontólogo de la universidad del país vasco especializado en dinosaurios y codirector de Garras, es uno de sus científicos. “Desde hace unos años colaboramos con el Centro paleontológico de la Rioja en general y en Igea en particular y nos hemos concentrado en los restos fósiles óseos siendo recompensados ya que hemos descubierto en los ultimos años varios yacimientos con restos esqueléticos de un grupo particular de dinosaurios terópodos en general carnívoros llamados espinosaurios. Se trata de un grupo muy particular por su aspecto general que recuerda a los cocodrilos”. declaró el paleontólogo.
A la vez que se extraen restos fosilizados del dinosaurio también aparecen los de otros animales asociados así como excrementos que cohabitaron con él, como peces, tiburones o cocodrilos. Nada extraño ya que en aquella lejana época La Rioja y este yacimiento se encontraba sumergida en el mar y sus tierras formaban un extenso delta donde campaban los dinosaurios (Deinus saurus: Terrible reptil).
“Se trata del yacimiento más importante por el número de fósiles”, declaró Pereda. Y es que el año pasado fue muy fructífero ya que se recuperó lo que se cree que es un esqueleto relativamente completo. “Hemos encontrado fragmentos en la ladera del yacimiento que encajan con lo encontrado el año pasado. Han aparecido algunos dientes y mandíbula y restos todavía indeterminados, lo que confirma que el yacimiento existe desde cuando se formó, hace 120 millones de años pero en algún momento las capas fósiles han quedado expuestas y parte de esos fósiles, al quedar a la intemperie, han salido, se han fracturado y han rodado”, declaró el experto.
Eric Isasmendi, otro de los miembros de Garras, está haciendo su tesis doctoral mayormente con lo encontrado en Igea. “Creemos que es una nueva especie pero para corroborarlo lo hemos enviado para su publicación en una revista especializada de prestigio y tiene que pasar una revisión y estamos todavía en ese proceso”, dijo Eric.
Por su parte, Juan Carlos Sáez de Guinoa, voluntario igeano que utiiza parte de sus vacaciones para trabajar sin descanso en el yacimiento, comentaba que “La excavación de este año ha sido bastante fructífera. Es la segunda vez que excavamos en el mismo sitio consiguiendo piezas muy interesantes” expresó Carlos a la vez que destacó el buen ambiente de trabajo. 'El grupo es sensacional', concluyó.