IGEANOS

La Gabi: 'Cenona y Mandorra'

En las paredes de su 'bajera', convertida en museo, ya no cabe un alfiler.
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Es Vital, es noble, es tozuda, es 'Cenona' y 'Mandorra'... es La Gabi

Gabi Martínez (Igea 23 de Noviembre de 1938) tiene 85 años y aunque ahora se la ve triste, ya que hace poco la dejó su querido Antonio tras 57 años de casados, ha sido, y aún es, una mujer capaz de todo.  

Poco amiga de la escuela, aunque ella asegura que 'habría sido lista'. pero 'la enciclopedia ni la miraba, estaba pensando más en salir a la calle'. 

Trabajó en varios oficios y hasta tomó el habito en Girona donde permaneció tres años 'Los más felices de mi vida'. Cuando ya iba a ser consagrada como monja, el deseo de estar con su familia le hizo renunciar y volver a Igea.


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Su vida cambió cuando se casó la vecina de su madre Mª Carmen 'La Pola' y se asomó a la ventana para ver a los e que acudian al enlace. Entre esa gente estaba 'El Antonio'. Nada más verlo le vino a la mente 'Con éste me voy a casar yo'. Dos meses despues y estando en San Adrián, le llegó una carta de Antonio con una foto. '¿Será verdad esto? Y así fué', explica emocionada Gabi.

Se casaron a las 5 de la mañana porque le daba verguenza que la gente le mirara 'pero ese dia era San Isidro y a esa hora ya estaba estaba toda la gente por ahí  así que me vió todo el mundo'.
Gabi tiene un verdadero museo Igeano en los bajos de su hogar. Cuando murió su padre vendió su madre la casa. Todos los aperos y demás utensilios no los quisieron sus hermanos. 'Cogí el yugo, el arado, las herramientas y empecé a coleccionarlas.' Poco a poco reunió todas las piezas que le iban donando los vecinos, amigos y familiares.  Desde una hazada de 200 años, sartenes, medidas de aceite, leche, una antigua mesa del ayuntamiento, 'la maleta de cuando fui a servir',  y hasta su abrigo blanco 'de cuando me casé en mayo del 67'. 


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Delante de un traje-buzo de protección blanco y aún con algun resto de alquitrán, La Gabi recuerda cuando su hija le dijo, 'vamos a ir a Santiago, a limpiar el Chapapote'  El 19 de noviembre de 2002, el petrolero Prestige se hundió frente a las costas gallegas y más de 2.000 kilómetros de costa quedaron afectados. 

En las paredes de su 'bajera', convertida en museo, ya no cabe un alfiler. Están repletas de centenares (acaso miles) de cartels y fotos con personajes de la historia de Igea incluido el primer coche que vino al pueblo. Un montón de recuerdos  que Gabi tiene archivados en su mente y que, una por una, rememora con cariño. 'He sido feliz' concluyó la Mandorra.

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