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Villar: 'La vida me ha enseñado a luchar y a tener energía cuando hace falta'

Entrevista a Villar Navas
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La primera vez que entré a tomar algo en el Albergue de Villar, tuve la suerte de que me atendiera ella misma, la camarera, cocinera, gerente, animadora, la... todo, vamos. '¿Qué te pongo Antonio?' me dijo (No me llamo así... aunque a ella le da igual)  Apenas 10 segundos después tenía delante de mí su 'pìncho estrella', como a ella le gusta presumir. Un huevo rebozado con una textura y sabor especial y maravilloso. 'Mi madre lo hace mejor que yo', aseguró.
Villar Navas Granados (Igea 29/12/1986) regenta el Albergue de Igea con la ayuda de su hermana Luisa y de su madre. A esta mujer luchadora y emprendedora  y todo coraje le cambia el semblante y se le rompe la voz cuando habla de su familia. 'Es lo más importante de mi vida, sobre todo mi madre. Es mi pasión. Desde pequeña vi como trabajaba dia y noche y a los 11 años decidí que trabajaría siempre para que no nos faltara nada. Lo es todo para mí'. Y es que Juani'La andaluza' como así la llaman, es su 'otra mitad'.
La cara de Villar casi siempre muestra una sonrisa. De talante alegre y, sobre todo, dinámico, positivo y resolutivo, la vida no siempre la ha tratado bien. 'Tuve un accidente de tráfico muy fuerte y mi mano quedó maltrecha. Entonces tuve que decidir entre estar dos años sin trabajar para poder solicitar la minusvalía o seguir trabajando como pudiera. No me lo podía permitir y fue entonces cuando cogí las riendas del Albergue.' De no gustarle la hostelería a pasado a apasionarle, pero los horarios y responsabilidades del negocio le restan momentos para estar con su otra pasión, su hija Aroa. 'Los fines de semana apenas la veo tres horas y no puedo ponerme a trabajar en un comercio o una fábrica debido a mi minusvalía en la mano', se lamenta.
Pero Villar es optimista siempre, lo lleva en la sangre. 'La vida me ha enseñado a luchar y a tener energía cuando hace falta. Soy muy fuerte pero a la vez muy sentimental y hay cosas que me afectan demasiado, pero al estar en un bar he aprendido a gestionar un poco los sentimientos. El Albergue me ha hecho hacerme grande como persona, me ha defraudado mucha gente pero eso me ha hecho ser más luchadora aprendiendo a separar el sufrimiento. Aunque el balance es mucho más positivo.' 


Villar familia

A la izquierda, Villar acompañada de su madre Juani y su hermana Luisa. A la derecha, su hija Aroa

La Morcillona' se declara una persona bastante abierta con la gente. 'Me ha abierto muchas puertas mi manera de ser' y tiene claro que su negocio es una extensión de su personalidad. 'Quiero que mis clientes se sientan como en su casa'. Villar vive el dia a dia. Asegura no tener sueños por cumplir y sólo le preocupa la felicidad de los suyos. 'Ahora estoy en el mejor momento de mi vida . Mi chiquilla me lo ha dado todo y me considero una persona muy afortunada porque he tenido la gran suerte de tener a mi madre siempre a mi lado todos los días. Mi padre está enfermo y me hubiera gustado disfrutar más de él pero hay que ver el lado bueno de las cosas y lo tengo al lado también. '