La historia de Jamones Casa Pichón comenzó hace ya casi 100 años cuando los antepasados de Miguel ya se dedicaban a comprar y vender productos. Los Pichones (Apodo familiar) andaban de pueblo en pueblo completando entre 8 y 10 viajes anuales a Galicia para comprar y vender productos, A la vez, asistían a las diferentes matanzas para comprar jamones.
Hace más de 50 años comenzaron a especializarse en esta parte del cerdo, haciéndolos en casa artesanalmente.
En la actualidad, Miguel Gil y su cuñado David Navas continúan la tradición con pocos cambios respecto al proceso original y, sobre todo, respetando la esencia. 'Compramos el jamón de una raza seleccionada (Duroc) y así ya siempre tienes la misma línea de producto', explica Miguel. 'Una vez que salen de la sal (8 dias) preparamos un adobo con vinagre, ajo (De nuestra producción) y pimentón de la Vera y lo aplicamos en los jamones en crudo para que que el sabor penetre en ellos. Luego se cuelgan para una curación de 24 meses', continúa David quién aclara que 'cada tres meses se les aplica la manteca protectora para que no se estropeen'. Y es que esto les diferencia de las grandes productoras. 'Los que mantenemos la tradición les aplicamos el adobo en fresco. Las grandes superficies les aplican el pimentón en seco, simplemente para dareles color.' afirma Miguel quién revela que 'Los jamones de la Rioja se diferencian del resto muy fácilmente ya que carecen de pezuña'.
Casa Pichón también comercializa otros producto, como el queso que viene todo de La Rioja. Artesanales, de Cameros, del Moncayo o del mismo Igea.
© 2023 Ricard Fadrique