El sistema penitenciario enfrenta grandes desafíos para la rehabilitación y reinserción de los reclusos. El Proyecto Hombre, una organización reconocida por su labor en la prevención y tratamiento de las adicciones, se ha convertido en una pieza clave en la recuperación de personas privadas de libertad. Igea entre Todos ha tenido la oportunidad de conversar con Lorea Sáez de Guinoa, una psicóloga igeana que trabaja directamente en el módulo terapéutico de prisiones de Logroño, para conocer de cerca su labor y el impacto que tiene en las vidas de estas personas.
Y es que Lorea descubrió su vocación tras acudir de pequeña a una cita con una psicóloga. "Salí muy contenta y aliviada, me hacía sentir muy bien y pensé que me gustaría ayudar a la gente a sentirse así", afirma.
La labor de esta terapeuta del Proyecto Hombre en prisiones demuestra que la rehabilitación y la recuperación son posibles incluso en los entornos más desafiantes. Su trabajo, basado en la empatía y el respeto, ofrece a los reclusos la oportunidad de hacer las paces con su pasado y construir un futuro más positivo. "Mi función es hacer terapia de grupo, intervención individual, seguimiento y apoyo con las familias, parejas y seres queridos de estas personas, además de ayudarles a buscar un tipo de ocio diferente y sano", explica Lorea quién asegura que tanto ella como sus compañeros intentan "hacer la estancia de estas personas más llevadera, positiva y un poco más aprovechada. Intentamos que además de cumplir su deuda con la sociedad, que se lleven un tabajo personal y que salgan del mundo del consumo". Para ello la convivencia e intercacción es vital. "Escriben (Y leemos) sus reflexiones y, a partir de ahí, hacemos grupos. También comemos juntos en la prisión, paseamos por el patio o vemos una película..." Claro está que es muy importante que estas personas no se sientan solas y aunque la psicología "no es una ciencia exacta con una temática en la que dos más dos son cuatro y ya está". No, está claro que en el momento en que trabajas con personas siempre tienes que ser flexible y adaptarte a la situación que viven y han vivido en el pasado. Por eso la "intervención que sirve con un usuario puede no funcionar con otro porque es una persona distinta".
Gracias a profesionales comprometidos como Lorea , muchos reclusos tienen la posibilidad de romper el ciclo de adicción y delincuencia, transformando sus vidas y buscando una reintegración exitosa en la sociedad. "Tengo unos compañeros fantásticos y siempre que surge alguna duda, ahí estamos todos", aclara.
Lorea se siente muy satisfecha cuando ve el cambio en las persona que trata ya que no es ni fácil ni rápido, pero cuando alguno viene y te dice "Esto que me has hecho ver tiene mucho sentido" ya que estas personas se dan cuenta de que, a pesar de estar en la calle, no estaban siendo realmente libres. "Me impactó una persona que me dijo que él, cuando vivía en la calle, pensaba que era libre pero en realidad no lo era ya que vivía atado a un consumo y que eso condicionaba su vida entera y no era persona hasta que no consumía. Ahora se siente mucho más libre".
A esta igeana de 24 años le apasiona su trabajo y aspira a seguir seintiéndose realizada personal y profesionalmente. Y también declara su pasión por "viajar mucho y venir mucho a casa, estar mucho en Igea", concluye.