Desde el sábado 30 de junio y hasta el domingo 7 de julio (...si, San Fermín), el equipo de voluntarios y paleontólogos de 'Garras', comandados por Pachi Sáez Benito y Xabier Pereda profundizaron, por tercer año consecutivo, en el yacimiento Virgen del Villar-2' de Igea. Allí asomaban los huesos del espinosáurido 'Villar', un terópodo que vivió en lo que era un lago hace millones de años. Un descubrimiento que supuso todo un logro para la paleontología. Este dinosaurio bautizado por la Virgen del Villar, patrona de Igea, es de los más grandes que se han encontrado y puede que sea el más completo de esta familia en el registro mundial. Aunque más pequeño, es muy parecido al Riojavenatrix lacustris,que fue presentado hace poco tiempo como un espinosaurio único de esta zona.
A lo largo de estos días el equipo encontró nuevas piezas del puzle de este terópodo y, de momento, da por agotado el yacimiento Villar-2. Sin embargo el Grupo volverá a la acción el próximo año en una nueva localización no muy lejos de esta. "Volveremos en 2025", aseguró Pachi, uno de los directores de excavación de Garras.
