Historia de una Fotografía
Hace casi cuatro décadas, una instantánea capturó un momento de unión familiar que se resistiría al paso del tiempo. En 1985, tras las festividades patronales de Igea, Jesús Herce, el patriarca de la familia Herce-Ortega, reunió a sus siete hijos junto a su esposa, Mari Carmen Ortega, para inmortalizar un instante de felicidad. Lo que en su momento fue una simple fotografía, ha convertido con los años en un símbolo de amor y pertenencia.
Cuarenta años más tarde, los siete hermanos decidieron volver a crear esa imagen, esta vez en un contexto diferente, pero con el mismo espíritu de cercanía. El reencuentro en el mismo lugar de su infancia no solo evocó recuerdos de su niñez, sino que también les permitió reflexionar sobre el camino recorrido desde aquel día de 1985.
La reciente fotografía estuvo marcada por la nostalgia y la madurez. Miradas que en su momento eran inocentes ahora llevan las huellas de la vida. Sin embargo, la ilusión y la complicidad entre ellos permanecen intactas.
La imagen original había sido revelada en un tiempo en que los momentos familiares se atesoraban sin la inmediatez de las redes sociales. Ahora, en la era digital, la nueva fotografía está destinada a circular, pero su esencia es la misma: el sentimiento de familia.
El ciclo de la vida sigue girando y Jesús y Mª Carmen ya se marcharon, pero para estos siete hermanos, el cariño siempre permanecerá.
