José María Barrera, 'Chema', (06-05-1998 ) es un joven futbolista originario de Igea, regresa a su pueblo natal con una iniciativa emocionante: un campus de fútbol sala destinado a niños y niñas de entre 5 y 15 años (nacidos entre 2011 y 2020). Chema, quien atesora una trayectoria que lo llevó desde la cancha igeana hasta debutar en la Primera División, ha puesto en marcha este proyecto con la ilusión de compartir su pasión y experiencia con las nuevas generaciones.
"Hemos jugado aquí, en Igea, muchísimas horas", recuerda con cariño, evocando sus inicios. Su talento lo catapultó a una carrera profesional que incluyó un debut en la máxima categoría del fútbol español y varios años en la Segunda División. Las circunstancias laborales lo trajeron de vuelta a su tierra, aunque su amor por el fútbol sala nunca se desvaneció. "Yo jugué dos años y medio en Castellón, la verdad que fueron años muy bonitos", rememora sobre su etapa en el club castellonense.
Ahora, Chema canaliza su pasión en la creación de este campus, que tendrá un enfoque principal en el fútbol sala. Para ello, contará con un equipo de tres monitores, dos de los cuales son jugadores profesionales de esta disciplina, incluyendo al propio Chema. "Somos jugadores de fútbol sala, hemos jugado profesionalmente", subraya, destacando el nivel de los instructores.
Uno de los nombres destacados del equipo técnico es Eugenio Miramón, un jugador con una sólida trayectoria profesional en Primera División y experiencia en las categorías inferiores de la selección española (sub-16, sub-19 y sub-23), "un chico muy amable, muy cariñoso, eh, ha trabajado mucho con niños", explica, resaltando su valía tanto deportiva como humana.
El equipo se completa con Asier Fadrique, un joven de Igea que aportará una perspectiva más lúdica y didáctica al campus. "Él se va a dedicar un poco más a hacer un poco de juegos didácticos", buscando un equilibrio entre la formación deportiva y la diversión.
El campus está diseñado para acoger a un total de 36 niños y niñas, quienes serán divididos en diferentes grupos para fomentar la competencia en un ambiente sano y motivador. "Haremos varios ejercicios, partiditos para que sea más fútbol sala", adelanta Chema sobre la dinámica de las sesiones.
Los participantes recibirán una camiseta y un botellín de agua serigrafiados con el logo del campus el primer día. Además, el último día se sortearán numerosas camisetas y, como plato fuerte, se contará con la presencia de un jugador profesional de Primera División que impartirá una charla y compartirá la cancha con los jóvenes talentos. "100% seguro que va a haber un jugador profesional de Primera División impartiendo una charla y jugando con los niños y las niñas del campus", asegura.
Para Chema, el objetivo primordial de este campus va más allá de la enseñanza del fútbol sala. "Lo más importante de este campus es el poder juntar a 36 niños y niñas que aparte del fútbol que disfruten y salgan de aquí y comenten que ha sido días muy divertidos y sobre todo que disfruten", enfatiza.
La materialización de este proyecto ha sido posible gracias al apoyo de diversas personas e instituciones. Chema no olvida mencionar y agradecer a quienes han trabajado arduamente detrás de escena. "Quiero agradecer a gente que hay trabajando detrás, como puede ser Sofía, que es mi novia, que ha hecho todo el tema de carteles, redes sociales y todo eso, y también a los patrocinadores y al ayuntamiento, que la verdad que desde el primer momento se han volcado con el campus y yo estoy súper agradecido a todos ellos", concluye, ilusionado por el inminente inicio de este ilusionante campus en su querido Igea.