Tercer encierro: menos gente, pero la fiesta no falla

Martes 9, once y media de la mañana. Mientras muchos andaban con el café en la oficina o bajando persianas en el taller, en Igea sonaba el tercer encierro de las Fiestas 2025. Esta vez, los protagonistas fueron los astados de la ganadería Murillo Conde de Tauste (Zaragoza). Un encierro tranquilo, con menos corredores de lo habitual (cosas de ser día laborable), pero con la misma adrenalina de siempre.

Y claro, correr da hambre. Por eso la peña La Pinchaita se sacó de la manga una degustación que fue la guinda del recorrido. Entre carrerón y carrerón, nadie le hizo ascos a reponer fuerzas con algo rico, porque ya se sabe: el toro pasa rápido, pero el estómago ruge más fuerte.

La fiesta continuó a las 12:30 h., cuando la plaza se vistió de arena y de fiesta con la prueba de reses bravas. Allí se vio a algún valiente que buscó el roce con los animales, osados que se creían toreros por un rato y un público entregado, disfrutando del espectáculo con risas, aplausos y algún que otro “¡ay madre, qué cerca ha pasado!”.

De momento, martes laborable para muchos, pero en Igea se convirtió en otro capítulo de fiesta, tradición y buen rollo. Porque aquí, aunque la agenda apriete, la vaca nunca espera.