Los wontons son pequeños bocados tradicionales de la cocina china, elaborados con una fina masa de trigo que se rellena con carne, marisco o verduras. Aunque se pueden cocer o servir en sopa, fritos se vuelven irresistiblemente crujientes. En esta receta, los acompañamos con una salsa agridulce casera, equilibrada entre lo dulce, lo ácido y lo salado, para conseguir un contraste perfecto. Un aperitivo ideal para compartir, lleno de textura y sabor, que demuestra cómo la cocina asiática también puede ser sencilla y accesible en casa.
INGREDIENTES:
- Láminas de wonton
- Alcachofas confitadas
- Setas variadas
- Ajo y cebolla
- Queso crema
- AOVE, sal y pimienta
*Para la salsa agridulce
- 1,5 cdas ketchup
- 4 cdas vinagre de arroz
- 5 cdas azúcar
- 1 cdta sal
- 1/2 taza de agua
- 1/2 cda maicena y 1 cda de agua (para espesar)
PREPARACIÓN:
- Escurrimos y picamos las alcachofas todo lo finamente que podamos y reservamos.
- Picamos el ajo y la cebolla, los pochamos y añadimos las setas troceadas, salpimentamos y dejamos cocinar hasta que queden tiernas.
- Escurrimos ambas preparaciones y mezclamos con el queso hasta formar una farsa cremosa.
- Separamos las láminas de wonton, las vamos rellenando y formando saquitos, humedecemos las esquinas para que se peguen con facilidad.
- Freímos los saquitos en abundante aceite y sacamos sobre papel absorbente.
- Preparamos la salsa agridulce poniendo a fuego fuerte el vinagre, el ketchup, el azúcar, la sal y el agua, y una vez que empiece a hervir bajamos el fuego y dejamos 3 minutos más.
- Para espesarla, mezclamos la maicena y el agua y lo vamos añadiendo a la salsa poco a poco sin parar de remover hasta conseguir la textura deseada.
- Apagamos el fuego y dejamos enfriar.
